Clemátides (clematis)

Historia

La clematis, también conocida como la viña de la virgen, es una serie de plantas perteneciente a la familia Ranunculaceae, nativa de varias partes del mundo, incluyendo Europa, Asia, Australia y América del Norte. Su historia es tan diversa como sus especies y cultivares, con aproximadamente 300 identificadas hasta ahora.

El nombre Clematis proviene del griego antiguo ‘clématis’, que significa «planta trepadora». Este nombre describe acertadamente su naturaleza de crecimiento, ya que estas plantas son más conocidas por su capacidad para trepar y cubrir vallas, muros y otras estructuras.

Las primeras referencias históricas a la Clematis provienen de la antigua Grecia. Aparece mencionada en las obras de Teofrasto, un botánico griego del siglo III a.C. Durante la Edad Media en Europa, las clematis se usaban con fines medicinales, aunque sus usos eran limitados debido a la toxicidad de la planta.

La popularidad de las Clematis creció en el siglo XIX durante el auge de la horticultura victoriana. Fue durante este tiempo que los jardineros empezaron a criar y a cultivar variedades específicas para su belleza estética. Thomas Cripps y Jackman & Son, dos importantes viveros británicos, llevaron a cabo un trabajo de hibridación en este periodo que llevó al desarrollo de numerosas variedades.

La Clematis Jackmanii, introducida por primera vez en 1862, fue una de las primeras híbridas modernas y sigue siendo una de las más populares hoy en día. Se caracteriza por sus flores grandes y púrpuras que pueden alcanzar hasta 7 cm de diámetro.

El siglo XX vio el desarrollo y popularización de nuevas variedades y cultivares, con plantas que mostraban una gama de colores, formas de flores y hábitos de crecimiento. Las clematis, por su belleza y versatilidad, se convirtieron en una opción popular para jardines domésticos, parques y espacios públicos.

En la actualidad, la clematis continúa siendo una planta favorita entre los jardineros y paisajistas. Las investigaciones y la hibridación siguen en marcha para desarrollar variedades más resistentes a enfermedades, con una floración más prolongada y con flores más grandes y coloridas.

La serie de plantas Clematis ha evolucionado a lo largo de los siglos, adaptándose a diversas condiciones climáticas y de suelo, y respondiendo a las necesidades y deseos cambiantes de los jardineros y paisajistas. Su historia es un testimonio de la rica diversidad del mundo botánico y de la constante búsqueda del hombre por la belleza y la perfección en la naturaleza.

Tipos

¿Cuáles son las especies más conocidas? Las siguientes son algunas de ellas, con sus nombres latinos y características principales. Sin embargo, debes tener en cuenta que existen muchas más especies y cultivares, y la hibridación continua genera nuevas variedades con regularidad.

  1. Clematis alpina (Clemátide alpina): Es una especie resistente que produce flores azules en forma de campana en la primavera. Es resistente al frío y se adapta bien a lugares sombreados.
  2. Clematis armandii (Clemátide de Armand): Esta es una especie de hoja perenne con flores blancas y fragantes en primavera. Sus hojas son de color verde oscuro y brillante.
  3. Clematis cirrhosa (Clemátide sarmentosa): Una especie de hoja perenne que florece en invierno y principios de primavera, produciendo flores con forma de campana, a menudo moteadas en el interior.
  4. Clematis flammula (Clemátide fragante): Una especie trepadora con flores pequeñas y fragantes de color blanco. Florece a finales del verano.
  5. Clematis florida (Clemátide de Florida): Esta especie produce flores grandes, generalmente de color blanco, durante el verano.
  6. Clematis integrifolia (Clemátide de hoja entera): Una especie no trepadora que produce flores solitarias en forma de campana en verano.
  7. Clematis montana (Clemátide de montaña): Es conocida por su rápido crecimiento y produce una gran cantidad de flores pequeñas en primavera.
  8. Clematis paniculata (Clemátide en pánico): También conocida como Clematis terniflora, es una especie de floración tardía con flores blancas y fragantes.
  9. Clematis tangutica (Clemátide de Tangut): Esta especie tiene flores amarillas en forma de linterna y es resistente a la mayoría de las enfermedades de las plantas.
  10. Clematis viticella (Clemátide italiana): Es una planta resistente y fácil de cultivar que produce flores de color púrpura a mediados y finales del verano.

Estas son solo algunas de las especies más conocidas de Clematis. La diversidad de este género es asombrosa, con una variedad de colores, formas y hábitos de crecimiento que hacen de la Clematis una adición popular a muchos jardines.

Cuidados

1. Selección de la ubicación:

Las clematis prefieren lugares con mucha luz, pero sus raíces deben estar en un lugar fresco y sombreado. Esto es una diferencia importante con respecto a otras plantas trepadoras, muchas de las cuales prefieren una exposición solar completa.

2. Preparación del suelo:

Las clematis necesitan un suelo bien drenado y rico en materia orgánica. Puedes agregar compost o estiércol bien descompuesto para enriquecer el suelo antes de plantar.

3. Plantación:

Al plantar una clematis, haz un hoyo más profundo de lo que era en su contenedor original y colócala de tal manera que el primer par de nudos de la base del tallo quede debajo del nivel del suelo. Esto ayuda a prevenir el marchitamiento de la clematis, una enfermedad común en estas plantas.

4. Riego:

Las clematis prefieren un suelo constantemente húmedo, pero no empapado. Durante los meses más secos, asegúrate de regarlas regularmente.

5. Poda:

La poda de las clematis puede ser un poco complicada, ya que las necesidades varían según el tipo de clematis. Algunas requieren una poda fuerte a principios de la primavera, mientras que otras solo necesitan un ligero recorte después de la floración.

6. Soporte:

A diferencia de otras plantas trepadoras, las clematis trepan por medio de zarcillos de tallo y necesitan un soporte adecuado. Pueden crecer bien en enrejados, pérgolas, arcos o incluso a lo largo de otras plantas.

Amenazas específicas:

La amenza más importante es la roya de la clematis, una enfermedad fúngica que puede causar manchas amarillas o marrones en las hojas.

Para prevenir estas enfermedades, es importante plantar las clematis correctamente, mantener un buen drenaje del suelo y asegurarse de que reciban suficiente aire y luz solar.

Aunque las clematis requieren un cuidado un poco diferente al de otras plantas trepadoras, su belleza excepcional hace que valga la pena el esfuerzo.